Los éteres de celulosa constituyen un peligro de explosión de polvo. La formación de polvo y los depósitos deben reducirse al mínimo para que no se puedan formar mezclas de polvo y aire inflamables. Deben evitarse fuentes de ignición como llamas desnudas, superficies calientes, chispas y electricidad estática. CELOPRO comienza a descomponerse a unos 200°C. Su temperatura de ignición es >360°C. Arde fácilmente y el fuego puede propagarse.
Envasado en saco de papel multicapa de 25 kg con capa intermedia de polietileno y bolsa interior de PE.
Almacenado en envases cerrados, o en su embalaje original en un lugar seco a temperatura ambiente, CELOPRO se puede conservar por mucho tiempo. En el caso de grados de alta viscosidad, se puede medir una lenta pérdida de viscosidad después de un almacenamiento prolongado (>1 año). CELOPRO absorbe agua del aire húmedo. Una vez abierto, el recipiente debe volver a cerrarse y mantenerse herméticamente cerrado.